Elocuentes e irreverentes musas de su propia historia: Las freestylers rompen las estructuras de los versos y las estructuras sociales
El impacto de la violencia de género en las batallas de freestyle, desde los escraches a las rimas sexistas y las discusiones sobre la legitimidad de los triunfos. Las pibas rompen estructuras y batallan con agallas.
El freestyle en habla hispana alcanzó una masividad que generó grandes repercusiones, lo que comenzó con rondas de pibes en la plaza se trasladó a grandes escenarios y oportunidades. Referentes como La Joaqui,Brasita, Saga y Roma, se tornaron una especie de Amazonas en el mundo del free con el valor suficiente para competir cuando las rechazaban, insultaban y rebajaban por tener el tupé de batallar. La revolución del feminismo y las agallas de las primeras involucraron a más mujeres en la escena.
En este auge se abrieron paso en roles protagónicos son Mcs, Djs, Juradas, Organizadoras y Hosts; sin embargo, la violencia de género persiste en este ambiente acaparado por varones. Las pibas no se enfrentan solo contra competidores, si no también contra una cultura machista.
Red Bull Batalla de gallos (2019) Roma le ganaba a Dozer en cuartos al responder “aguante la maternidad, pero será deseada o no será” a la
rima“ vos te preocupas para votar, para abrir esas dos piernas”
Hoy bien plantadas en las plazas y en los escenarios, las freestylers se miden de igual a igual con los pibes. Tras competencias como La Triple F(La primera liga de freestyle femenino de alto rendimiento), y los cambios generacionales ganaron experiencia, confianza, seguridad y un cambio de perspectiva.
“En un principio cuando todo esto era muy nuevo, las minas respondían con el mismo nivel de machismo o peor, defenestraban a las mujeres para despegarse del estereotipo, hoy hay una mirada más feminista” decía Brow, organizadora de Madero Freestyle.
Anteriormente en batallas contra mujeres predominaban los argumentos sexistas, actualmente la mayoría de competencias pre-establece que no serán puntuados favorablemente, de igual modo las rimas xenófobas u homofóbicas. La mayoría de freestylers coinciden en que esto es favorable tanto para mejorar el nivel, como para establecer una competencia más sana. Al margen de esto, las competidoras afirman que el público sigue aclamando este tipo de rimas y que en las plazas esto influye a la hora de votar.
Modo histeria
Ante una rima misógina las pibas dan catedra de derechos humanos, pero el reduccionismo monotemático las agota y las enoja. Competidoras y organizadoras coinciden en la sensación de no haber evolucionado en este punto.
BDM (Batalla de Maestros 2022) Brasita le responde a Naista tras llamarla histérica “Me pongo en modo histeria, porque eso es lo que creías de las mujeres para no considerarlas serias”
Constantemente tienen que responder reivindicando sus derechos como mujeres, para después ser criticadas por hacerlo, más aún si sus magistrales respuestas les otorgan la victoria.
“Me lo tomaba muy personal e inclusive me frustraba, pero después empecé a darlo vuelta para empezar a responder” Atenea, Mc.
En cuanto a los varones Brow asegura que algunos improvisadores evitan las rimas misóginas porque tienen conciencia y apoyan a las mujeres, otros para no generar polémica o perder puntos. También hay competidores que usan acotes sexistas por tener el discurso internalizado y es lo primero que les sale. Cada uno elige sus armas, pero fuera del campo de batalla es otra cosa. Hay pibes que nunca lanzan un punchline machista pero después son irrespetuosos e incluso violentos, y otros que, al contrario, usan remates sexistas, pero fuera son los que intervienen ante una falta de respeto o invalidación hacia organizadoras, jurados o competidoras.
Enuncian verdades en barras
Con los escraches masivos que acompañaron la ola feminista, salieron a la luz acusaciones de violencia de género por parte de miembros de la cultura con sus parejas. El derecho de admisión que establecieron organizadores de competencias negaba la inscripción a los escrachados por violencia de género, pero actualmente no se aplica en las plazas y solo repercute en competencias de renombre. Decía Brow en entrevista, que gracias a esos escraches varias se animaron a hablar y aunque hubo casos que se desmintieron posteriormente elige primero creerles a las pibas; otros prefieren esperar actuaciones judiciales antes de tomar partido.
Manzana Freestyle (2022) Sofía en ronda de cuartos “Acá no se denuncia, acá se enuncia verdades en barras”
Con el crecimiento del freestyle en Argentina, algunas mujeres destacaron en roles protagónicos. Sin embargo, la visibilidad femenina sigue siendo escasa y, en muchas ocasiones, se las considera simplemente para completar el cupo.
Disminuyó la misoginia y las rimas sexistas en las competiciones, pero persiste la necesidad inculcar la toma de conciencia para promover un ambiente respetuoso e inclusivo. La multiplicación de formatos de rap-conciencia y la creación de ligas femeninas aumentaron la motivación y confianza de las participantes. Encuestas en redes muestran que existen diversas opiniones sobre las competencias femeninas, para algunos fueron necesarias como transición a lo profesional, para otros por el contrario restan en términos de inclusión. En lo que sí coinciden es que hay una exigencia implícita relativa al género que existe más allá del freestyle y es cultural, y que por suerte está en proceso de cambio en la cultura de batallas.
Si bien falta para que la participación sea equitativa, son indiscutibles conquistadoras las poetas urbanas que inspiran a las próximas generaciones fomentando la creatividad, calidad y respeto como pilares fundamentales de la cultura. La verdadera evolución será cuando haya más barras que barreras.
Encuesta realizada a traves de instagram a competidores y público de batallas de freestyle (2023)
@marvillarroelmariani
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